Krishnamurti. Jiddu
      [971](1895-1986)

 
   
 

 
  Sociólogo y pedagogo hindú, de familia modesta, que se hizo miembro de una sociedad Teosófica. Pronto  se apartó de ella y por su cuenta se dedicó a escribir. Nació el 12 de Mayo de 1895 como octavo hijo de una familia modesta, en Madnapalle, al sur de la India. A los 18 años inició su propia autobiografía para publicarla 32 años después con el título "Cincuenta años de mi vida".
    Su padre, Jiddu Naraniah, era funcio­nario público modesto y perteneciente desde 1882 a la Sociedad Teosófica. Su madre, Sanjeevamma, era piadosa y muy entregada a sus creencias búdicas. Influyó mucho en sus hijos con sus visiones y su mística hasta su muerte en 1905.
    Ante la pobreza familiar, solicitó trabajo en la sede de la Sociedad Teosófica, ubicada en Adyar. Había sido fundada por Helena Petrovna Blavatsky (1831-1891), rusa que vivió en el Tíbet, en contacto con los Maestros de la Hermandad Oculta. La influencia de determinados miembros de la Sociedad, como Annie Besant, la presidenta, o Charles Webster Leadbeater (1847-1934), ex clérigo anglicano con reputados poderes de clarividencia, resultó decisiva para la vida de Krishnamurti. Este exclérigo sacó a Jiddu, con su hermano Nitya, de la casa paterna. Les hizo vivir en la sede de la Sociedad, afirmando que eran reencarnaciones de maestros gloriosos.
   Convertido en centro de veneración por sus supuestos poderes espirituales, fue objeto de contradicción entre los miembros de la sociedad, sobre todo por la acusación de homosexual que se atribuyó a Leadbeater.
   La sociedad envió a Jiddu a Londres, contra la voluntad de su padre. Y así empezó a viajar por el mundo anun­cian­do principios, hechos y expecta­tivas relacionadas con la paz, la fraternidad, el misterio de la vida y de la sabiduría total. Primero lo hizo como mito pro­movido por la Sociedad Teosófica, como recurso y medio de recoger suculentas aportaciones de los adeptos. Luego lo hizo de forma independiente, al romper con los grupos teosóficos y reclamar una sincera y leal aportación a las personas que buscan la verdad auténtica. La aureola que el joven tuvo en Londres, considerado como un mesías anunciador de la salvación, fue grande. Allí pasó 10 años en las casas de personas ricas de la Sociedad Teosófica.
   En 1922 viajó, junto a su hermano Nitya, a Estados Unidos, hasta una pro­piedad de la Sociedad Teosófica ubicada cerca de Santa Bárbara, California. Allí "se fue sumergiendo en el intenso despertar espiritual que cambió el curso de su vida". Afirmó tener visiones y sorpresas espiri­tuales. Después de determinadas expe­riencias místicas y, sobre todo ante la muerte de su hermano el 13 de Noviembre de 1925 en medio de una tempestad, atravesó una crisis de identidad y comprendió que estaba siendo utilizado como promotor ambulante de múltiples donaciones que la Sociedad Teosófica recibía por sus intervenciones y afirma­ciones.
   Rompió con la Sociedad y comenzó un itinerario independiente, sobre todo en una convención realizada en 1927 en Ommen ante más de tres mil personas. Allí declaró su independencia y la necesidad de ser libres de las manipula­ciones interesadas y de los intereses económi­cos que latían en el movimiento. Fue un desengaño para multitud de adeptos a la Teosofía. Se liquidaron los diversos fideicomisos y los fondos entregados, las gran­des propiedades y los terre­nos, que volvieron a sus donadores originales.
  Comenzó entonces a ser considerado un filósofo hostil a todas las creencias reli­giosas. Krishnamurti renunció a la Sociedad Teosófica en 1930 y siguió viviendo en una propiedad cerca de Santa Bárbara, California, en la localidad de Ojai. Estableció una pequeña ofici­na para emprender la publi­cación de sus propias obras y realizar sus prácti­cas y consejos espirituales y morales a quienes se los demandaban de forma desintere­sada y con los que compartió inquietudes. Mucha gente acudía a él en busca de la verdad, sin dependencia de secta teosófi­ca o sus sustitutos. En la Segunda Guerra Mundial se hallaba en Ojai, donde vivió durante ocho años en un relativo aislamiento, con prohibición oficial de ofrecer conferencias y con el deber de pre­sentarse regularmente ante la policía.
   No obstante, su calidad espiritual y sus mensajes pacifistas fomentaron relacio­nes con per­sonajes significativos: Aldous Huxley, Greta Gar­bo, Charlie Chaplin y Bertrand Russell.
   En 1945 cayó muy enfermo. Los médi­cos fueron incapaces de diagnosticar su enfermedad. Su salud le retornó sin razón explicable médica, aun­que él lo atribuyó a su propia energía espi­ritual.
   El 15 de Agosto de 1947 la India se declaró independiente, bajo la acción del Mahatma Gandhi. La llegada de Krishnamurti a su tierra natal, dos meses después, atrajo a muchos jóvenes, hombres y mujeres, que se reunieron en torno de él en Bombay. Quedó un tiempo dedica­do a consolar a la gente que se acercaba y le formulaba preguntas. Mantuvo relaciones cordiales con Gandhi, con Indira Gandhi y con líderes como Nehru.
   En esa actividad social cumplió sus 90 años, viajando y dando conferen­cias. En Enero de 1986 dictó sus últimas charlas en la India. El 10 de Enero quiso volver a la playa de Adyar, donde 75 años atrás había sido "descubierto" como "Instructor del Mundo". Regresó a Ojai y el 17 de Febrero falleció por el cáncer de páncreas que le atenazaba. Sus cenizas fueron llevadas a Delhi.